ediante labores de inteligencia adelantadas por la Sijín de la Policía del Tolima y tras una serie de entrevistas a  dos soldados que estarían presuntamente involucrados con una red de microtráfico, que desencadenó el asesinato del soldado regular Carlos Javier Álvarez Herrera, ocurrida el 25 de diciembre  , se logró la captura y la judicialización de Diego Robayo Bejarano y Samuel Beltrán Ballesteros, los cuales fueron presentados ante el juez sexto de garantías de la ciudad de Ibagué, quien les impuso la medida de aseguramiento en centro carcelario, por la presunta conducta de homicidio agravado y porte y tráfico de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas militares .

Como lo dio a conocer el Cronista.co Álvarez Herrera, fue encontrado muerto y con varios impactos de fusil en distintas partes del cuerpo, en la carretera que comunica con la zona rural del Porvenir sobre la vereda San Vicente, del Líbano, luego de haberse evadido de una patrulla móvil, la cual estaba adscrita al batallón número 16 Patriotas, dejando abandonado su material de intendencia.

Luego de labores de inteligencia como lo describió el delegado de la Fiscalía, unidades de la Sijin ingresaron a la unidad militar, logrando capturar a los dos militares que por su actitud dejaron al descubierto el hecho y manifestando que el hoy occiso, había robado una marihuana y que además allí operaba una red de microtráfico que se encargaba de vender la sustancia.

Igualmente se estableció que Robayo Bejarano y Beltrán Ballesteros ya habían tenido inconvenientes con Álvarez Herrera y que de antemano y por la presión que ejerció la Policía, los dos indiciados habían confesado esta situación a un oficial de esa guarnición militar, el cual puso en conocimiento a la Fiscalía General de la nación.

Cabe señalar que los indiciados tenían una orden de captura emanada por el Juzgado quinto de garantías de esta capital.