En un comunicado conocido en las últimas horas a través de la curia arzobispal de esta ciudad, se conoció que el papa Francisco, acogió la solicitud de retiro de monseñor Flavio Calle Zapata obispo de Ibagué.

Luego de conocerse que el prelado cuenta con 75 años, está en la edad de retiro obligatorio de acuerdo a las leyes del derecho canónico la cual  fue aceptada.

 La sentencia expedida por el Vaticano dice “Al obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la carta de renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”.

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Monseñor Flavio Calle Zapata cumplió los 75 años, el pasado 18 de febrero, por lo que es tiempo de apartarse del cargo. El obispo de Ibagué, se posesionó el 19 de marzo de 2003, fue nombrado por el papa Juan Pablo II como obispo de la ciudad musical de Colombia el 10 de enero de ese mismo año.

Monseñor Flavio Calle Zapata nació en el municipio de San Andrés de Curquía, departamento de Antioquia en el año de 1944. Cuando era joven descubrió su vocación religiosa y entró al Seminario de Santa Rosa de Osos donde cursó secundaria y seguidamente cursó Teología en el Seminario Mayor, ambos de Diócesis de Santa Rosa de Osos. Finalmente fue ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI, el 22 de agosto de 1968 en la ciudad de Bogotá, cuando se celebró el Congreso Eucarístico Internacional.

Tras su ordenación, inició su ministerio pastoral en su diócesis como miembro del equipo diocesano de pastoral juvenil; después fue párroco del municipio de El Bagre durante 9 años y seguidamente fue miembro del Equipo diocesano de Pastoral.

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Luego se trasladó a Italia donde obtuvo un Doctorado en Teología Moral otorgado por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

A su regreso a Colombia continuó con su ministerio, ejerciendo de profesor y director espiritual en el Seminario de Santa Rosa de Osos; el mismo en el que había estudiado.

Ya el 16 de febrero de 1989 fue nombrado por el Papa Juan Pablo II como Obispo Prelado de la diócesis de Montelíbano, departamento de Córdoba. Posteriormente el 16 de febrero de 1993 Juan Pablo II lo designó como Obispo de la Diócesis de Sonsón de Rionegro, Antioquia.