A partir del primero de agosto entra en rigor con todo su esplendor el nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia, carta de navegación donde el civismo y el buen comportamiento se convierten en los pilares de los ciudadanos en general en diferentes entornos como su casa, barrio y ciudad.

El tiempo de información y aprehensión de las normas de comportamiento pasó y ahora cualquier falta nos va a tocar el bolsillo de manera directa con multas que van desde los 98 mil 360 pesos y hasta los 786 mil 880 pesos, so pena de si no cancela las mismas, estará en las bases de datos de deudores morosos de las diferentes centrales de riesgo.

El código indica que existirán 4 tipos de categorías de las sanciones a impartir por el mal comportamiento. La primera de ellas aplicará a conductas simples como irrespetar un policía, arrojar así sea un papelito de basura al espacio público, invadir la ciclorruta con un automotor,  agredir a alguien en el transporte público.

El porte de armas blancas en lugares públicos, pintar grafitis en ligares no autorizados, colarse en la buseta, consumir bebidas alcohólicas en sitios públicos y pasear perros de razas peligrosas sin bozal ni correa, acarreará una sanción tipo 2, cuyo valor es de 196 mil 720 pesos. 

La multa tipo tres tiene un valor de 393 mil 440 pesos y empieza la lista con actos sexuales en público, poner música sin pagar derechos de autor a Sayco y Acimpro, consumir bebidas alcohólicas en una institución educativa, desde la básica y hasta las universidades, agresión física a una persona y música en espacios donde está prohibido.

La sanción más cara inicia con una relación más que justa, y es la venta de cigarrillos o licores a menores de edad. Multa que vale 786 mil 880 pesos. En época de diciembre y fiestas especiales, fabricar o manipular pólvora. Arrendar un inmueble para un uso no autorizado en el sector, (los propietarios deben cerciorarse del tipo de uso que darán los arrendatarios.   Hacer fraude con los servicios públicos a través de conexiones fraudulentas, orinar en el espacio público,  agredir físicamente a un policía