El sicariato perpetrado en contra de una mujer identificada como Mirla Gisella Torres Sáenz de 39 años de edad ocurrido el miércoles a las 6:31 de la tarde en el barrio Parrales ha dado un vuelco total, tras las investigaciones adelantadas por personal de la Sijín de la Policía Metropolitana de Ibagué.

Durante la audiencia realizada ante el juez segundo de garantías de esta ciudad, y la Fiscalía 21 se conoció que, en el momento de ser capturados los dos sicarios identificados como Juan David López Orozco de 28 años, del municipio de Granada, departamento del Meta y José Raúl Vélez Torres de 42 años, fueron trasladados a las instalaciones de la Permanente Central y que uno de ellos, le pidió prestado a un de investigador el celular, para hacer la llamada a que tiene derecho todo detenido.

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En efecto, cuando el hombre hizo la llamada, le entró serias sospechas al funcionario de la Policía Nacional, quien marcó el mismo número con el que se había comunicado el sicario y al responder la togada, el investigador se identificó como miembro de esa institución mientras que la interlocutora hizo lo mismo, descubriéndose que era la jueza.

Ante ello y al parecer, todo indica que la servidora pública, podría estar vinculada con este hecho, dónde la señora Torres Sáenz salió viva milagrosamente.

Igualmente, los investigadores hablan de asuntos pasionales que envolvieron el hecho delictivo, debido a que la víctima presuntamente estaba vinculada con el compañero sentimental de la jueza.

Igualmente, y en el momento de rendir indagatoria de lo sucedido Mirla Gisella Torres Sáez, manifestó que, desde hace algún tiempo, venía recibiendo llamadas de la jueza e improperios por el actuar de Torres Sáenz.

Por ahora los investigadores y en conjunto con la Fiscalía adelantan la recolección de elementos materiales con el fin de conocer las verdaderas causas por las cuales se registraron los hechos y que gracias a la comunidad se logró la captura de los dos hombres.

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Cabe señalar que los dos individuos fueron detenidos en la carrera tercera con calle 18, cerca del parque Andrés López de Galarza y que ambos registran anotaciones por homicidio agravado, hurto calificado, porte de armas de fuego, extorsión agravada, amenazas y lesiones personales.

En el lugar de los hechos, exactamente en la calle 67 con carrera octava de esta ciudad, los investigadores encontraron una vainilla correspondiente a un revólver calibre 38, dado que el arma se desapareció.

Los dos hombres fueron cobijados con la medida intramuros.