En el Tolima esta iniciativa garantiza educación, sostenimiento y formación a 454 jóvenes entre los 14 y 25 años, quienes han sido declarados en adoptabilidad o están vinculados al Sistema Responsabilidad Penal para Adolescentes.

El director regional del ICBF, Óscar Ríos, explica que los jóvenes que hacen parte del programa Sueños, Oportunidades para Volar, cuentan con el acompañamiento de un equipo de profesionales del que hacen parte defensores de familia, psicólogos, nutricionistas y trabajadores sociales quienes lo apoyan en el proceso para consolidar su proyecto de vida.

“Los apoyamos todos los días, como haría cualquier familia con sus hijos. De esta forma, buscamos promover y generar condiciones para que estos jóvenes tengan acceso a oportunidades para la satisfacción integral de sus derechos. Nuestro propósito es brindar todas las herramientas para que se formen y sean personas muy valiosas para la sociedad”, indica Ríos.

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De los 454 jóvenes beneficiados, 240 están en situación de adoptabilidad y 214 hacen parte del Sistema Responsabilidad Penal para Adolescentes.

Gracias a Sueños, Oportunidades para Volar, 84 de estos jóvenes pueden acceder a educación primaria, 122 a secundaria, mientras que 75 cursan carreras técnicas, tecnológicas y universitarias.

Además, el ICBF adelanta alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas para que los jóvenes que hacen parte del Proyecto Sueños puedan vincularse laboralmente y realizar intercambios académicos. Durante el último año, tres de ellos han tenido la oportunidad de viajar a México, Argentina y Estados Unidos, a desarrollar actividades que contribuyen al desarrollo de su proyecto de vida.

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De hecho, 20 jóvenes sin discapacidad y siete en condición de discapacidad están vinculados laboralmente. De este grupo, siete jóvenes hoy son funcionarios del ICBF.

La Casa Universitaria

En el Tolima, el proyecto Sueños, Oportunidades para Volar tiene asignados 45 cupos para jóvenes 18 a 25 años que ocupan las tres sedes de la Casa Universitaria ubicadas en el sector de El Vergel, de Ibagué, cuya operación está a cargo de Aldeas Infantiles SOS.

Para el funcionamiento de la Casa Universitaria, el ICBF destina 700 millones de pesos al año. “Este es un espacio diseñado para que los jóvenes puedan consolidar con el apoyo de un equipo de profesionales su vida académica de manera independiente y autónoma y materialicen sus sueños”, expresó Ríos.