Tequila era un pastor alemán que vivía en una de las casas del conjunto residencial Caminos del Vergel, ese que alegraba a todos los integrantes de la familia cada vez que llegaban, porque su forma de expresar el cariño era  con cada ladrido o salto para ser abrazado por los dueños e hijos.

Pero una tarde del mes de marzo la casa donde vivía Tequila dejó de ser la misma, lo encontraron decaído y de urgencia lo llevaron a la clínica veterinaria donde entró en estado de coma, y pese a realizar los cuidados necesarios para su recuperación, era tarde, su aparato digestivo estaba destruido, minutos después murió y su diagnóstico fue envenenamiento. Una familia más que lloró su perdida y sigue preguntándose el porqué lo asesinaron.

El problema no es solo para los Vargas*, es para 18 familias más de los diferentes conjuntos que les ha tocado vivir la misma historia en menos de un año de manera callada porque no se sospecha de alguien en especial y no solo toca a Caminos del Vergel sino a Bosques, Rincón, Altos, barrios donde todos se solidarizan pero nadie denuncia.

Los perros y gatos que envenenan no necesariamente son de razas peligrosas, indicó Jorge Vargas, dueño de Tequila, se debe más a la intolerancia de los vecinos que no soportan los animalitos dentro del conjunto que algunas veces corren por las zonas comunes dejando atrás a sus dueños o cuidadores.

Aclaró que una cosa es jugar por las zonas comunes y otra diferente dejar los excrementos en los espacios donde todos transitan, situación que también se presenta en los conjuntos y en especial por los niños. Aunque las administraciones realicen campañas educativas y existan multas hasta de 50 mil pesos por este hecho aun subsiste este problema que incomoda.

Los Vargas ya no quieren mascotas, el duelo por Tequila los ha llevado a reflexionar frente a la posibilidad de tener animales en lugares donde la tolerancia es cero, donde la vida tiene un significado diferente al de la dignificación, donde hasta el batir la cola incomoda.

Jorge Vargas no es el nombre real del denunciante. Nos reservamos su identidad.