Los primeros días de mes de enero de cada se convierten en un rito para los hondanos. Ellos esperan con expectativa la llegada de la subienda; de ella depende la subsistencia de más de 850 familias que dependen de la pesca.

Pero además, parte de la economía de esa localidad, la constituyen los turistas que por esta época, llegan en números apreciables no solo a presenciar el hermoso espectáculo de los pescadores lanzando sus chinchorros y atarrayas, sino a dejar recursos económicos. La subienda es un milagro que esperan cada año.

Por eso, los habitantes de Honda presagian con alegría la llega de la primera punta de la subienda, la que está pronosticando abundancia y ellos saben que eso significa ingresos.

La subienda no sólo beneficia al comercio en general, los pequeños hoteles, los dueños de balnearios (La Picota, La Piragua, Pericos, Santa Helena), los turistas, taxistas, cacharreros, vendedores ambulantes, todos se regocijan por el volumen de pescado que pueda llegar.

Saben que la pesca de una buena noche los puede sacar de angustias económicas y dejarles hasta para sacar los objetos que tienen en la prendería como el televisor, joyas y electrodomésticos.

Y este fenómeno se debe, en parte, a los sitios en que se ubican los pecadores avezados o experimentados que escogen los sitios estratégicos en el estrecho que se forma en el río de La Magdalena a su ingreso a Honda, que les permite hasta sacar a los peces con la manos.

El alcalde de Honda, Juan Guillermo Beltrán, en declaraciones a la prensa se mostró esperanzado y dijo que por la cantidad de pescado que ha llegado desde los últimos días de diciembre y los dos primeros de enero, todo indica que: "será una buena subienda".

Según el mandatario local, entre el pescado que comenzó a llegar proveniente de la Ciénaga se encuentran el bagre pintado, bocachico, nicuro, capaz y la picuda, entre otros.  

Los precios por yunta de pescado se puede encontrar entre los 15 y 20 mil pesos, pero estos precios pueden bajar o subir según aumente o disminuya la pesca.

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Foto: Archivo El Cronista.co