En un acto de no te lo puedo creer y de consciencia ambiental, dos jóvenes protagonizaron una escena nunca vista en defensa de la fauna silvestre.

Los hechos se registraron en una esquina del barrio San Antonio de Ibagué, cuando un grupo de personas ofrecía sin el mayor reparo la venta dos especímenes de Monos Aulladores (Alouatta seniculus), y en ese momento, aparecen dos ciudadanos luego de escuchar las pretensiones económicas de los traficantes ilegales, decidieron hacer el trato comercial a fin de impedir que personas inescrupulosas se adelantaran y compraran primero los animales.

A pesar que sabían que estaban participando en el delito de comercializar fauna silvestre, y mientras contaban el dinero con el nerviosismo  de hacer algo fuera de la ley, tenían claro  que luego que se los entregaran sería remitidos de una vez a Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), tal como ocurrió, según el relato de los protagonistas de la historia.   

Los jóvenes que realizaron la compra, hicieron la entrega de los primates al mismo director general de Cortolima Jorge Enrique Cardoso R., y manifestaron que tomaron esta decisión porque tienen confianza y conocen el trabajo de la Corporación en el cuidado de la fauna del departamento, y saben que se les iniciará un proceso de rehabilitación a los individuos, y dependiendo su estado podrán volver a su hábitat natural, de donde nunca debieron haber salido.

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Tras la primera revisión por parte del veterinario Ignacio Bernal del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre - CAV de Cortolima, se logró verificar que los animales corresponden a un macho que pesa 1500 g. y una hembra de 1350 g., ambos juveniles en buen estado físico, mientras que por su comportamiento se aprecia que están improntados ya que aceptan sin inconvenientes la presencia de los humanos.

Los "Aulladores" se encuentran actualmente en observación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Cortolima.

Cortolima reconoce está acto ciudadano, sin embargo, envía un mensaje a la comunidad en general para que, al momento de ser testigos de una situación de maltrato, caza y tráfico ilegal de fauna silvestre, Informen el caso a la Policía Ambiental y esta a su vez entregue los animales incautados a Cortolima y se inicien las acciones administrativas y penales que corresponden con este tipo de delitos.