Región
60 animales de fauna silvestre comenzaron el 2019 de regreso a la libertad

Durante los días comprendidos del 3 al 5 de enero, profesionales de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) adelantaron la primera liberación del año.
Fueron 60 animales de fauna silvestre tales como; 3 tortugas morrocoy (Chelonoidis carbonaria), 18 serpientes de cascabel (Crotalus durissus), 2 zarigüeyas (Didelphis marsupialis), 2 guacharacas (Ortalis columbiana), 1 Hormiguero (Tamandua mexicana), 1 polla de agua (Porphyrio martinica),6 loros amazónicos (Amazona amazónica) y 27 Loros reales (Amazona ochrocephala) .
La liberación de estas especies se adelantó en un predio ubicado al norte del Tolima y que además cuenta con la categoría de reserva natural de la sociedad civil. Este espacio cuenta con un bosque seco tropical que les proporciona a los animales liberados las condiciones necesarias para poder continuar con la vida silvestre que alguna vez fue interrumpida.
Los loros, la liberación más compleja
En efecto, de acuerdo a lo expresado por los profesionales del Centro de Atención y Valoración de fauna silvestre – CAV- de Cortolima, los 33 loros requirieron de un proceso de pre-liberación el cual duro 3 días (desde el jueves 3 al 5 de enero), durante este proceso, en el primer día se inició con la aclimatación de los loros sin sacarlos de la jaula en la que fueron transportados pero adentrándolos a una pequeña porción del bosque bajo la supervisión del Biólogo y el Médico Veterinario que adelantaron el procedimiento. Esto teniendo en cuenta la diferencia altitudinal y climática que hay entre el vereda de llanitos en Ibagué y el municipio de Armero – Guayabal.
Para los dos días siguientes los profesionales de Cortolima elaboraron un encierro previamente en el que se incluyeron especies forestales nativas para luego ingresar a los loros y conseguir que no solo se adapten a la temperatura del bosque seco tropical, sino también se familiaricen con las especies nativas que en libertad serán su hábitat y alimento.
Algunos de los loros que fueron liberados tenían un proceso de recuperación de un poco más de dos años, tiempo en el que los profesionales de la corporación tuvieron que trabajar con los individuos, ya que era necesario hacer reversa de la impronta adquirida, además de coadyudar a la muda del plumaje, terapias de vuelo, identificación de predadores y búsqueda de alimento, entre otros. “Otro de los factores que no permiten la liberación pronta de los loros es porque son animales que viven en gruposgrandes, ya que su estructura social es gregaria, entendiendo así que conforman bandadas numerosas, lo cual contribuye al éxito de la supervivencia en la naturaleza” afirmo Cristian Castro, biólogo de Cortolima.
Un llamado a la conciencia
Con este tipo de liberaciones Cortolima demuestra a la comunidad que no es cierto que las aves silvestres que se incautan no puedan retornar a su medio natural, sin embargo el tráfico y tenencia ilegal de las mismas interrumpe un ciclo importante en los ecosistemas.
Para el tráfico de aves, los traficantes sacan de sus nidos a estos animales después de 2 o 3 días de haber eclosionado el huevo, tiempo en el que todavía necesitan del cuidado de los padres, por lo que no se garantiza la supervivencia de los mismos, adicionalmente son transportados en condiciones inadecuadas y en grandes cantidades, por cada loro en jaula se estima que mueren 20, “debemos ser conscientes del daño que se está generando detrás de la tenencia y tráfico de aves y cualquier animal de fauna silvestre en los hogares”, puntualizo Castro.


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