Por Manuel Alberto Caicedo Cañon

En cancha que tiene grama de potrero y con lámparas de iluminación más malas que las del Murillo Toro, el Deportes Tolima sacó un punto frente al equipo de Tuluá. Fue un partido en donde mostró mejorías y ratos agradables de juego colectivo, pero volvió a evidenciar la falta de trabajo de sus defensores y los dos de contención para lograr alcanzar delanteros contrarios rápidos o saber retroceder cuando se pierde el dominio del balón por los de adelante.

El marcador de 2 a 2 pudo ser más amplio tanto que los dos arqueros fueron figura destacándose que las desperdiciadas por los delanteros del equipo corazón del Valle fueron mayores que las del visitante. Sigue mostrando el onceno de Quintabani que tienen nómina, pero no organización, que pese a mejor disciplina táctica parece que hay quienes no lo han entendido muy bien. Siguen los alegatos entre Rodríguez y el resto de compañeros que no entienden al goleador y como lo pueden asistir o ser asistidos por él.

Sigue Silva regañando a una defensa que dio papaya en el primer tanto al no buscar rechazar adecuadamente y permitir que lo fusilaran desde fuera de las 18 y en la pena máxima, la del segundo gol de Tuluá el arquero la tapó y sus compañeros no atacaron el balón facilitando que lo hiciera el contrario. Son culpables Torijano y Mosquera y algo también Paz y Rivas que no protegieron a su arquero.

Buena actuación de Montoya, no solo por su gol que logró llevándose por delante a medio Tuluá sino por su aporte al resto de las ocasiones que tuvo el equipo pijao. Bien por Ángelo que se las luchó todas y tuvo dos opciones en donde encontró al arquero rival muy despierto y le quitó el balón de sus pies cuando ya el arco estaba solo. Pérez y Álzate cumplieron las ordenes de abrir el campo y eso surtió efecto, pero hay que tener calma a la hora de definir. Hay que abonarle al segundo su gol llegando desde el flanco izquierdo.

Para revisar el trabajo Torijano y Mosquera, Giraldo y Banguero. No tienen un buen retorno y se complican especialmente cuando hay delanteros rápidos. Hablarse entre ellos o dejar en manos de Paz o Rivas la zona puede ser la solución. El penal de Torijano fue producto de esa falla. A propósito de Rivas se hizo expulsar en una jugada que no tenía peligro para el equipo y si lo dejó 20 minutos con 10 jugadores. Montoya salió aplaudido y entró Rentería que cada día muestra que puede reemplazar a cualquier de los volantes de marca que no aportan mucho. Delgado entró por Pérez y en diez minutos no tuvo aporte a destacar y parece se pierde en el esquema de Quintabani mientras hay que abonarle al que salía que hizo el centro del segundo gol y mostró que cuando quiere puede.

En resumen, fue un partido en donde Tolima mostró mejora, pero no la suficiente para enfrentar el torneo y salir de ese deshonroso lugar en donde está. Hay que revisar la parte física de los jugadores que a los 70 minutos ya se veían cansados y sin la respuesta necesaria. O es trabajo de campo o cuidado personal. Se pensaría en lo segundo por cuanto hay quienes no dejan de correr y otros pierden marca con facilidad. El último en entrar fue Villa que no tuvo tiempo, pero mostró en una jugada su capacidad y ganas de mostrarse. Un tiro libre al cierre le dio una oportunidad que hubiera podido darle los tres puntos.

El equipo sigue en deuda y deberá jugar en Ibagué el próximo domingo contra el Huila y luego contra Tigres también de local. Será una opción para recuperar lo perdido como local y esperar la programación del partido pendiente para ascender en la tabla.