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La fiebre de camisetas y artículos de la selección Colombia se tomaron las calles de la ciudad

Detrás de los vendedores de camisetas de la selección Colombia, vuvuzelas y banderas hay una historia de vida. Ellos que por esta época recorren las calles en busca de promocionar los productos, pretenden llevar el pan de cada día para sus hijos, promocionándolos antes de que termine este importante torneo mundial.
Banderas de Colombia de todos los tamaños, desde las que miden dos metros, hasta los banderines que colocan los más aficionados en sus carros son las más apetecidas.
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Sin embargo, algunos ciudadanos quizá temerosos de comprar estos productos, pensando que posiblemente nuestra selección Colombia no le vaya bien, esperan entonces hasta el segundo encuentro con Polonia, con el fin de saber en qué pueden invertir su dinero.
El amarillo, el azul y el rojo se han convertido en los colores de moda. Las calles ibaguereñas se han tornado en una hermosa acuarela dónde se combina el patriotismo con las ventas, buscando generar ganancias tanto para compradores como para vendedores.
Wilder Hernández es un joven de 22 años de edad, residente en el barrio Alaska de esta ciudad, le contó al Cronistra.co que hasta el momento las ventas no han sido buenas porque la competencia es ardua, “he recorrido las calles no sólo del centro sino de muchos barrios, ofreciendo las camisetas a 30 mil pesos y hasta ahora no he podido vender sino una”.
“La gente dice este hombre de piel morena, que están muy caras y que no tienen plata, por lo que además expresan que esperan a que pase este primer partido para decidirse a comprar”, y agrega que “acabé de prestar el servicio militar y me encuentro desubicado, espero poder cuadrarme con la venta de unas 30 camisetas que llevo dentro de mi morral”.
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Otro hombre que se cruzó por la carrera tercera de esta ciudad con unas banderas grandes que ondeaban por el viento que hacía en ese instante es Gregorio Quintana dijo que “llevo 8 días vendiendo banderas y las ensordecedoras vuvuzelas y otros artículos de la selección, sin embargo, esto está pesado porque hay mucha expectativa por el desempeño del combinado nacional”.
Aclaró que combina su trabajo con la venta de sombrillas y lo que más se dé, por eso aprovechó este medio para promocionar sus artículos como la bandera de dos metros a 20 mil pesos, la bandera para el carro a cinco mil pesos y la bandera sencilla a dos mil pesos y las vuvuzelas a cinco mil pesos.
Consuelo Díaz es una mujer curtida por el sol, vive de las ventas ambulantes hace 30 años, el producido de lo que vende es para llevarlo a sus cuatro hijos menores en el barrio La Unión.
Ella cuenta que su visión es deficiente y que a veces se ve a gatas para identificar lo que hay a su alrededor, sin embargo, es optimista porque ha vendido banderas y camisetas en éstas últimas semanas.
Relató que vende lo que está de moda y que esto le ha servido para la manutención de su familia. Dice que “la gente me pregunta cuando juega la selección”, ella sin embargo debe recorrer la ciudad, ubicarse en las avenidas y aprovechar cuando los vehículos están en semáforo rojo para promocionar sus productos.
“Gracias a Dios el clima nos ha favorecido, porque con tanta lluvia sería preocupante, ya que la gente no compra”, dice Consuelo. Añade que “amo el futbol y que me gusta lo que hago”.
Así como estos tres vendedores ambulantes son muchos los que buscan promocionar sus productos con el fin de recoger ganancias durante la fiesta del fútbol.


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